martes, 23 de octubre de 2012

Educar en valores



Sembrar valores  tempranamente en los niños permitirá que se desenvuelvan mejor en la sociedad. Educar en valores es acompañar a los hijos en el proceso de respuesta libre y personal sobre su propia identidad, y sobre los horizontes y metas que buscan para su felicidad. Valores e identidad son, en consecuencia, dos realidades inseparables. Una formación plena que permita configurar la identidad de un ser humano en crecimiento, no puede desvincularse o prescindir de una seria y bien planificada educación en los valores.


El protagonismo de los padres y más en la etapa de educación infantil, es insustituible. Ellos son los que van a decidir qué valores pretenden involucrar en la educación de sus hijos. 

 En la actualidad la profesión del maestro se ha convertido en una de las más importantes por la trascendencia que conlleva la formación y preparación de un ser humano, tanto en el conocimiento como en la práctica   de valores, lo cual convertirá al alumno en una persona íntegra para la sociedad en la que se desenvuelve.







De ahí parte el interés por fomentar los valores en las instituciones, ya que la escuela debe interesarse y ocuparse de la formación moral que contribuye a integrar a los alumnos a la sociedad de forma autónoma y crítica, ayudándolos a construir sus propios criterios permitiéndoles a la vez que se les apoye a tomar sus propias decisiones para que determinen como vivir su propia vida.


Para que se de la transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.